Es un complemento que, desde el 1 de enero de 2016, venían percibiendo al jubilarse las mujeres que hubieran tenido al menos 2 hijos, y que incrementa la cuantía de la pensión un 5% en el caso de tener 2 hijos; un 10% si se han tenido 3 y un 15% en el caso de tener 4 o más hijos y que recibían únicamente las mujeres por razones de su contribución al aumento demográfico de la población, en tiempos tan necesitados de nueva “savia joven” que vaya remedando los problemas de sociedades europeas, y en particular la española, altamente envejecida y con perspectivas poco halagüeñas para la seguridad social en lo referente a cotizantes para las futuras pensiones a pagar.
Lo no ya tan reciente, es que ahora lo pueden reclamar los hombres, puesto que ellos también contribuyen a ese aumento del nivel demográfico, habiendo declarado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que se producía un flagrante discriminación,”apartando” de este beneficio al hombre, contribuidor igualmente a la función reproductora humana por ser contrario a la Directiva Europa de Igualdad.
No solo se puede reclamar en casos de jubilación, sino de viudedad y de incapacidad permanente. La reclamación no es posible en los casos de jubilación anticipada, aplicándose temporalmente a las jubilaciones posteriores a 1 de enero de 2016.
Para reclamar hay que presentar una solicitud ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social mediante un escrito básico, debiéndose acompañar, además de la copia del DNI., copia de la resolución de la pensión y copia del libro de familia para acreditar la paternidad. En el caso de los funcionarios, la solicitud se debe presentar ante la Dirección General de Costes de Personal.
La práctica nos muestra una “negación” en cascada de estas solicitudes, que abren la puerta, previa una reclamación previa en la misma vía utilizada, a la jurisdicción social, que en definitiva será la que establezca una doctrina a seguir por sus órganos, sobre la viabilidad o no de la percepción de estos complementos.
Pero igualmente, hay que estar muy al tanto de la actitud del gobierno en cuanto a la posibilidad de modificar la normativa con la finalidad de ajustarse a la directiva europea, para en definitiva, dar acomodo legal a una situación que claramente, discrimina al hombre y máxime, en los tiempos actuales en que la igualdad se ha convertido en un verdadero desiderátum para el gobierno actual. En sus manos queda.
Abogado D. Antonio Aznar